Fusión por confinamiento magnético, la energía del futuro
Hoy me he unido a uno de los grupos (Fusión) de Ibercivis, un portal español que reune proyectos de computación distribuida, clasificados en tres grupos: Fusión, Materiales y Proteínas.
¿Como explicar la computación distribuida? Un ejemplo:
Existen problemas cuya resolución supera la capacidad de los ordenadores más poderosos. Por ejemplo, el análisis de señales recibidas del espacio exterior, o el cálculo de grandes números primos, o el estudio de como se pliegan las proteinas (A un proyecto de esto último, Folding @ home, estoy unido desde hace más de una año con el web-site de Vista al Mar).
Resolver esos problemas llevaría miles de años aún empleando los ordenadores más rápidos. No es que sean cálculos muy complejos, es que son muchos.
Una forma de resolver estos problemas en un tiempo razonable consiste en poner a calcular a miles de ordenadores, cada uno realizando una pequeña parte del trabajo. Es la computación distribuida, una idea conceptualmente simple que gracias a internet es sencilla de llevar a la práctica.
Los participantes de cada grupo de Ibercivis instalamos en nuestro equipo un programa que, algo parecido a un salvapantallas, se ejecuta cuando el ordenador está encendido, pero sin trabajar. Cuando lo hace comienza a procesar datos que se reciben desde un servidor.
Este proyecto no afecta a normal funcionamiento del ordenador y la participación en uno de ellos sólo requiere descargar e instalar un programa (BOINC).
Yo me he unido al proyecto de investigación sobre la fusión, que desde Ibercivis explican así:
"El problema energético es uno de los más graves al que se enfrenta la humanidad como conjunto. Se trata de un verdadero desafío alcanzar fuentes de energía limpias, inagotables, bien distribuidas y que permitan un desarrollo sostenible y generalizable a toda la humanidad. Esta fuentes de energía han de permitir el cambio de modelo energético a uno que no tenga los problemas del actual.
La fusión por confinamiento magnético podría ser una de las fuentes de energía que permitan ese cambio de modelo. Especialmente los relacionados con la escasez de recursos, puesto que el combustible es virtualmente inagotable, y los relacionados con las emisiones contaminantes, especialmente las de gases de efecto invernadero que fuerzan el calentamiento global.
Se trata de producir en la tierra las mismas reacciones que tienen lugar en el sol. Las temperaturas necesarias son los cientos de millones de grados, que ya se han alcanzado en algunos dispositivos. A tan altas temperaturas, la materia está en estado de plasma que ha de mantenerse confinado mediante una especie de botella magnética.
Los plasmas son gases altamente ionizados compuestos de electrones e iones. Existen dos tipos de estos dispositivos de confinamiento que son los más prometedores con vistas a construir un reactor de fusión en el futuro: el tokamak, con forma de rosquilla, y el stellarator, de geometría más compleja.
En esta línea de trabajo, se ha empezado a construir el sur de Francia el gran tokamak ITER (siglas inglesas de International Thermonuclear Experimental Reactor) , que entrará en funcionamiento aproximadamente en 2016.
El plasma es el estado físico en que aparece la materia cuando se calienta a cientos de millones de grados, los necesarios para que se alcance la fusión. En este estado, la materia tiene propiedades muy diferentes a las de los otros estados físicos (sólido, líquido y gaseoso) a los que estamos acostumbrados.
Plasmas importantes son las estrellas, el fuego, las auroras boreales, los rayos,... y los plasmas de fusión. La creación de plasmas de fusión consiste ni más ni menos que en recrear en la tierra algunos de los fenómenos que ocurren en las estrellas. En los plasmas, los iones cargados positivamente y los electrones, cargados negativamente, se mueven en libertad, colisionando unos con otros, y generando complejos comportamientos colectivos.
En Ibercivis queremos estudiar el comportamiento de los iones de los plasmas confinados en los anteriores tipos de dispositivos. En cada ordenador se calculará una trayectoria de un ión, hasta sumar millones, para extraer las propiedades del confinamiento y estudiar fenómenos diversos. Los resultados permitirán, por ejemplo, calcular el efecto de introducir en el ITER ciertas piezas imprescindibles para la extracción de la energía de los futuros reactores de fusión".
Si quieres información o unir tu ordenador a uno de los grupos pincha este enlace: Ibercivis