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La IA se infiltra en el mundo de las ratas

robot rata

Un nuevo robot puede interactuar socialmente con ratas reales de laboratorio

Un equipo de especialistas en robótica del Instituto de Tecnología de Pekín, en colaboración con un par de colegas de la Universidad Técnica de Múnich, ha creado un nuevo tipo de robot rata, diseñado para interactuar socialmente con ratas reales.

En su artículo el grupo describe cómo utilizaron inteligencia artificial para entrenar a su rata robot para que se comportara como una rata real. Thomas Schmickl, de la Universidad de Graz, Austria, ha publicado un artículo de News & Views en el mismo número de la revista que describe cómo el equipo en China utilizó ciclos de retroalimentación combinados con entrenamiento de refuerzo basado en IA para dar a las ratas robot habilidades sociales lo suficientemente fuertes como para engañar a las ratas reales para que interactuaran con ellas.

Los libros y películas de ciencia ficción llevan mucho tiempo prometiendo robots humanoides capaces de interactuar con los humanos de maneras que hagan que estos olviden que los robots no son humanos. Se muestra a estos robots como capaces de realizar el tipo de trabajos que los humanos prefieren evitar y de brindar compañía.

robot rataImagen derecha: Paradigma de interacción social entre robots y ratas: un robot con forma de rata desempeña el papel de un congénere de rata para interactuar con otra rata a través de múltiples patrones de interacción. Nature Machine Intelligence (2024). DOI: 10.1038/s42256-024-00939-y

En el mundo real, los robots no tienen ni de lejos este nivel de habilidad, pero los científicos están trabajando en ello. En este nuevo esfuerzo, el equipo de China se propuso crear un robot que pudiera engañar a las ratas de laboratorio para que pensaran que estaban interactuando con otras ratas reales. Y parece que lo han logrado.

Investigaciones anteriores han demostrado que el comportamiento entre ratas puede ser agresivo o juguetón: las ratas pelearán entre sí si la situación se vuelve estresante. Las ratas felices, por otro lado, se revolcarán por el suelo mientras luchan entre sí o se acarician con el hocico. Para que un robot pudiera engañar a una rata, tendría que ser capaz de hacer ambas cosas de manera convincente.

Para darle a la rata robot cierto grado de personalidad, le dieron una aplicación de aprendizaje profundo con inteligencia artificial y luego la entrenaron usando vídeos de ratas reales haciendo lo que hacen las ratas cuando interactúan. Con el tiempo, las ratas robot aprendieron cómo comportarse cuando estaban cerca de otras ratas. Y más que eso, siguieron aprendiendo después de estar expuestos a ratas reales con refuerzo positivo cuando las cosas salieron según lo planeado.

Los investigadores se alejaron un poco del modelo de rata: le dieron un cuerpo parecido a un carro con ruedas en lugar de pies y patas, pero el resto era muy parecido al de una rata. Por ejemplo, podía torcer y dar vueltas la columna vertebral como una rata real, y también podía mover la cabeza como una rata real, y sus extremidades anteriores podían interactuar físicamente casi de la misma manera que las de una rata real.

Las pruebas demostraron que la rata robot no solo era aceptada por las ratas reales, sino que también respondían como se esperaba: se encogían de miedo cuando parecía enojada, por ejemplo, y luchaban y se acurrucaban con ella tal como lo harían con sus verdaderas compañeras de jaula durante los momentos más tranquilos.

El equipo de investigación concluye sugiriendo que los robots podrían utilizarse como agentes de investigación para estudiar las interacciones sociales y modular los estados emocionales de ratas reales de laboratorio.

El artículo se ha publicado en la revista Nature Machine Intelligence: Modulating emotional states of rats through a rat-like robot with learned interaction patterns

Jesus_Caceres