
El legado digital se clasifica comúnmente en dos categorías: activos digitales y presencia digital
Imagina que estás planeando la música del funeral de un ser querido fallecido. No recuerdas su canción favorita, así que intentas iniciar sesión en su cuenta de Spotify.
Entonces te das cuenta de que el inicio de sesión de la cuenta es inaccesible, y con él se ha ido su historial personal de listas de reproducción de Spotify, análisis anuales y canciones favoritas seleccionadas para reflejar sus gustos, recuerdos e identidad.